El objetivo es impedir el estacionamiento de autocaravanas y furgonetas de grandes dimensiones, que a menudo se quedaban durante días para hacer turismo en la zona.
El área de aparcamiento de Garbí, con unas 500 plazas, está destinada a vehículos ligeros y da servicio a toda la zona de playa y ocio. «En ningún caso está pensada para pasar la noche o permanecer en ella durante días», comenta el alcalde del municipio, Miquel Alonso. Cansado de ver como algunos visitantes se pasaban días o incluso semanas estacionados con sus autocaravanas (entre otros tipos de vehículos), el consistorio ha decidido a actuar.
Así, la zona se encuentra en obras y se acaban de instalar dos grandes gálibos, que impiden el paso a vehículos de más de dos metros de altura. Con todo, uno será adaptable para permitir el acceso puntual a los camiones y furgonetas de distribución que abastecen los establecimientos de la zona.
Desde el Ayuntamiento se recuerda que el municipio no dispone de zonas adecuadas para el estacionamiento de autocaravanas y que estos turistas deben dirigirse a los campings cercanos para pernoctar. «Aquí no hay ningún tipo de servicio y no pueden pasar la noche », afirma Alonso.
Tras las obras realizadas, la zona de aparcamiento volverá a estar plenamente operativa en los próximos días.
Los quebraderos de cabeza del consistorio no se limitan al núcleo urbano. En la barra del Trabucador, en el Delta del Ebro, también se acumulan durante el verano decenas de caravanas y vehículos con turistas que pasan días o incluso semanas.
«El protocolo de control que se pactó con Mossos y Agentes Rurales no ha funcionado y estamos estudiando nuevas vías », explica Alonso. Una de ellas sería la instalación de barreras para impedir el paso.
Fuente: diari de Tarragona
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